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El dor

  • Fue observado y identificado por Wilhelm Reich la primera vez durante el experimento ORANUR en enero 1951.

  • Se produce cuando hay una interferencia con la libre pulsación y el libre movimiento de la energía orgón en los sistemas vivientes, tanto a nivel de microsistema (como una célula humana) como a nivel de macrosistema (atmósfera terrestre). Su presencia fomenta la interrupción del continuum energético.

  • Tiene mucha afinidad con el agua que atrae hacia si mismo provocando deshidratación. También en este caso el efecto de deshidratación se produce tanto a nivel de microsistema como a nivel de macrosistema.

  • Suele tener una coloración parduzca hasta el color negro. Esto se puede observar directamente en las nubes de dor y indirectamente a través productos secundarios de su presencia como la formación de bacillis T[1], el test de Reich del autoclave y otros procesos de putrefacción.

  • Cuando se une al agua o otros líquidos produce acidez en estos.

  • En la atmósfera produce acidificación y ozonificación.

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    En el organismo humano:

  • El dor se produce cuando hay un bloqueo en la pulsación energética. El bloqueo puede ser producido por tensiones-contracciones crónicas debidas a traumas emocionales o agudas debidas a choques o intervención quirúrgica. El dor así producido contrasta con el restablecimiento del continuum energético y de las funciones vitales.

  • Kavouras (2005) menciona el hecho que el dor se fija mucho en el sistema nervioso. Esto probablemente por el hecho que es el sistema organísmico mayormente compuesto de agua.

  • El dor, en este sentido, puede interferir en el funcionamiento del sistema nervioso (por ejemplo con insensibilidad o hipersensibilidad epidérmica; distorsión en las funciones perceptivas y quinestésicas). Se ha dado prueba que daños a nervios pueden ser recuperados a través de la absorción del dor que impide la regeneración y que sigue formándose a causa de la interrupción de la pulsación nerviosa.

  • También cualquier tipo de edema representa un acumulo de dor. Reich (1955) escribía:

  • En estos casos y en muchos otros de naturaleza similar, el organismo vivo perpetúa la integridad de los órganos mediante la exclusión de la parte perturbada que no fue lo suficientemente fuerte como para resistir o sostenerse contra el comienzo del proceso de muerte. La muerte al principio se limita localmente, pero en todos los casos es potencialmente capaz y está dirigida a destruir el organismo total. Podemos suponer con razón que, dondequiera que una enfermedad afecte a un órgano antes de que afecte al organismo total, la energía orgónica local se ha convertido en energía inmovilizada y estancada. La unidad del organismo se ve interrumpida. El edema que típicamente acompaña a la inflamación del hígado, tumores cancerosos del estómago o trastornos menores como la gingivitis o hinchazón después de demasiado alcohol, es una expresión vívida y una evidencia directa de la inmovilización de la energía vital en la parte enferma. El edema es causado por el cese de la circulación del líquido. Este cese es el resultado directo de la inmovilización de la fuerza motriz, la energía orgónica.

     

    Siempre Kavouras postula que la disolución de tumores puede generar edemas a causa de la liberación de dor. También los edemas que se desarrollan en caso de fuerte golpe junto a moretones son un acumulo repentino de dor porque se pueden fácilmente reabsorber con uno o mas tratamientos de DB. Otra nota es que el doctor Walter Hoppe, seguidor de Reich, que utilizo durante un tiempo el DB sin las debidas precauciones desarrolló un linfoedema al brazo con el cual tenía el aparato durante los tratamientos (Kavouras, 2005).

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  • Produce deshidratación y acidez. Esto se puede fácilmente comprobar porque: 1) enfermedades que están acompañadas o incluso generadas por la presencia consistente de dor también presentan un estado de acidez general; 2) el acumulador de orgón y el DB al eliminar el dor y al restablecer una mejor pulsación energética también tienen un efecto alcalinizante en el organismo. También los recientes estudios sobre el uso del agua alcalina demuestran una gran afinidad entre el poder curativo de esta y lo de la irradiación de orgón y del absorción de dor (ver el libro “Alcalinizzatevi e Ionizzatevi : Per vivere sani e longevi, de T. A. Baroody e R. Palmisano). Además para producir agua alcalina también se produce agua acida y sería interesante investigar sobre las ulteriores afinidades entre las propiedades de esta (que también tiene algunas propiedades curativas) y las del agua que sale de un DB.

  • Puede causar una coloración de la piel gris como ya mencionaba Reich. Lassek (1991) cuando empezó a notar los límites en el uso exclusivo (sin DB) del ORAC en casos graves de cáncer, notó como el dor que invadía el organismo de un paciente coloraba de gris la piel de la cara.

  • Afecta el ADN celular comprometiendo en particular la función reproductiva de la célula, ligada a la guanina del ADN, provocando una caída vibratoria de la energía ligada a los iones metálicos (Navarro, 1997).

  • Puede ser movilizado a través de los actings de la vegetoterapia caractero-analitica (Navarro, 1997) y en general a través de cualquier intervención externa que dinamiza la pulsación organísmica a nivel emotivo-energético. Este proceso en organismo energéticamente débiles o con fuertes bloqueos pulsatorios va tratado con mucha precaución porqué puede causar una erupción biopática hasta la formación de un tumor.

  • Notas

    Notas

    [1] Observados por Reich, quien acuño este nombre a partir de la palabra alemana “Tod” que significa “muerte”, los bacillis T acompañan siempre el proceso canceroso y de hecho estimulan la descomposición bionosa y, por tanto el proceso degenerativo canceroso. Tienen un tamaño de 0,2-0,3 micron, en pacientes terminales producen un olor de putrefacción. Circulan en el flujo sanguiño así que pueden “atacar” cualquier tejido que es hipocargado (Vecchietti, 2010).

    Bibliografa

    Bibliografía

    Kavouras, J : Heilen mit Orgonenergie. Bietigheim: Turm Verlag, 2005.

    Lassek, H : Orgone Accumulator Therapy of Severely Diseased People, en “Pulse of the Planet” N. 3, 1991.

    Navarro, F: La somatopsicodinámica de las biopatías. Ed. Publicaciones Orgón, Valencia, 1997.

    ​Reich, W : CORE, Vol. VII, N. 3-4 ( December 1955). Part One of "The Medical DOR-Buster (1942-1955).

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